Cuando se produce un rasguño sobre el tejido cutáneo, uno de los aspectos que deben tenerse en cuenta para evitar la infección del corte es precisamente el aislamiento y la transpiración de la herida.
De ahí que, además de incluir tiritas o compresas, nuestro botiquín deba contener un esparadrapo fijador que consiga sujetar el apósito y evitar que se mueva, se levante o deje al descubierto la herida.
La adherencia de este tejido de tela constituye una de las principales ventajas del producto, convirtiendo al esparadramo Hansaplast Classic en el aliado perfecto de nuestros accesorios para primeros auxilios.
